Rodeados de Montañas

El Monte Moiazza

El Moiazza forma parte de la cadena del monte Civetta, es su extensión más salvaje en dirección sur. Sus límites son: Al este Val di Goima (Val di Zoldo), al oeste el territorio agordino.

Su anfiteatro, que se alza solemne sobre los valles de los alrededores, empieza al norte en la zona de la Forcella delle Sasse (2.476 m) donde el macizo se separa del resto del monte Civetta, para terminar en el Sass del Duran (2.578 m) cerca del homónimo paso, paso que separa el Moiazza del Grupo del San Sebastiano.

Montaña particularmente amada por los alpinistas y esquiadores gracias a las numerosas vías de escalada, a sus soleadas paredes que miran al sur y a la relativa brevedad de sus vías. Cabe mencionar las inmensas paredes de su ladera oeste que llegan hasta los 900 metros de altura en el “Castello delle nevere”.

Entre las vías ferratas más emocionantes, y para algunos la más bonita y difícil de todas las vías presentes en las Dolomitas, es la vía Ferrata Costantini que saliendo del Refugio Carestiato llega a la cima del Moiazza, atravesando la Cresta delle Masenade y bajando por el valle Vai dei Cantoi.

Los picos más altos son el Moiazza sur (2.878 m) y la Cima delle Sasse (2.878 m). A disposición de excursionistas y alpinistas hay dos vivaques no custodiados, el Ghedini en la Forcella delle Nevere y el Grisetti en el valle de Moiazza - Vant de Moiazza.

Llegar al Refugio Carestiato desde el Paso Duran es fácil (alrededor de 1 hora de camino); este refugio se encuentra a 1834 m de altura en el Col dei Pass. También se puede llegar allí por el oeste saliendo del Refugio Vazzoler.

 

Puntos de interés y curiosidades
El Moiazza, con numerosos itinerarios desconocidos y de increíble belleza, ofrece a quien lo visita paisajes únicos e inolvidables. Son famosísimos sus laberintos, difíciles de encontrar para los que no conocen perfectamente la zona. Se trata de una garganta escondida entre las rocas, huellas de senderos que conducen al Vant de Moiazza entre saltos, pequeños tramos de escalada y estrechísimos pasajes.

Otro punto interesante, sugestivo es el peñasco del Moiazza-Spisolot della Moiazza, la cascada visible incluso desde Val di Goima que brota del corazón de la montaña.

Un lugar de gran impacto es el Vant de le Sasse, una cuenca que se halla entre el Moiazza y el Civetta, donde el sucederse de las eras geológicas es bien visible y marcado en las “crode”, cueva de numerosas marmotas que viven allí sin ser molestadas.

No todos saben que además, en uno de los pedregales del Moiazza, en un lugar de difícil acceso, se encontró un peñazco con huellas de dinosaurios, no tan bien conservadas como las descubiertas en el monte Pelmetto.

 

Se agradece a la sección del CAI Val di Zoldo la valiosa colaboración en la redacción de los textos

 




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