El concurso exposición de “Caras de madera” - Il Concorso rassegna dei Volti Lignei nace en 1992 tras la prohibición del anterior concurso “Volti in legno secondo la tradizione zoldana” de 1991. Ya desde el principio la exposición atrae a numerosos escultores no solo del Veneto sino que de todo el arco alpino. Un jurado de especialistas analiza las obras y establece quién es el ganador, proponiendo luego el tema de la próxima edición. De hecho, el sujeto al que las obras deben inspirarse y referirse cambia de año en año, dando la posibilidad, a quienes las realizan, de expresarse en distintos frentes. A continuación, cómo inscribirse y participar.
El Carnaval de la Gnaga en Forsenighe - Il Carnevale della Gnaga a Forsenighe La “Gnaga” es un personaje doble, formado por la figura de una vieja señora con incómodos zapatos de madera, obligada, a pesar de la edad, a llevar colgada en la espalda una cesta-gerla con un viejecito o una joven dentro de ella; estos se asoman por detrás de la anciana, sonriendo alegremente.
Por qué una máscara semejante? La necesidad de disfrazarse no es una idea reciente sino una exigencia que el hombre siente desde los orígenes de la civilización y aún antes, cuando preguntándose sobre el aspecto de las divinidades, nuestros antepasados empezaron a reproducir las imágenes y a usarlas tal como las habían concebido, en los ritos propiciatorios o con fines exorcizantes.
El Carnaval es y era el momento en el que se podía romper el mecanismo del orden real de las cosas y durante un tiempo limitado intercambiarse los roles. La máscara es el elemento que mejor obedece a tal objetivo, de hecho, permite anular la propia identidad y crear una nueva, desahogando las tensiones acumuladas en un año entero de “normalidad”. Así como los antiguos ritos del mundo agrícola propiciaban la fecundidad de la tierra y la abundancia de las cosechas, así también el rito del Carnaval tiene la función de dar, a través del transgresivo pasaje, una vida nueva. La dimensión del rito es, por definición, una realidad diferente en la que se puede entrar tras haberse puesto la máscara.
A fin de cuentas, no es demasiado diferente al Carnaval que se festeja todavía hoy en Forsenighe el primer fin de semana de febrero: Los chicos se disfrazan de mujeres y las chicas llevan pantalones de hombre, reunidos en una rumorosa pandilla que despierta al pueblo golpeando a las puertas de las casas para ver quién quiere recibir, al menos por un momento, la invasión festosa de máscaras de madera, campanitas, faldas y sombreros pedidos prestados en general a la propia familia que aún conserva la ropa de aspecto antiguo perteneciente a padres y abuelos.
La Gnaga de hoy nace de una antigua tradición que tiene sus raíces en 1897 gracias a la iniciativa de Valentino Toldo llamado “Nin di Rosa” inmigrante en Suiza. Se dice que, de allí, trajo las tradiciones del lugar para hacerlas revivir en su pueblo de origen. Es así que, de regreso a Fornesighe, un día levantó de la cuna a su hijo Giuseppe y con él y otros amigos, atravesó por primera vez las calles del pequeño pueblo, un paseo destinado a repetirse con los años hasta llegar a ser el desfile, más o menos numeroso, que se conoce con el nombre de la Gnaga.
Hoy el cortejo anima las callecitas de la misma manera que lo hacía antaño, cada personaje tiene un vestido que lo caracteriza y una parte para actuar. El “Matazin”, una especie de Arlequín, lleva un traje hecho con retazos de muchos colores y un sinfín de campanitas que cuelgan por todas partes. El Malazin precede el desfile produciendo el mayor ruido posible; en sus orígenes guiaba el cortejo hasta la escuela donde cogía a los niños para llevarlos a festejar el último día de Carnaval. El “Nuiz” o la “Nuiza” son las máscaras de mejor aspecto del grupo, caminan en pareja simulando haber celebrado sus bodas. Il “Compare” y la “Comare” son sus testigos de casamiento. El Compare lleva un traje negro como el novio, un bombín y un bastón de ligustro; la Comare lleva ropa típica zoldana, un pañuelo claro con flecos en la cabeza, y en brazos a un recién nacido que tiene el aspecto de un niño de verdad. El “Vege” es la máscara típica de Fornesighe y de Val di Zoldo: la cara de madera es la de un hombre viejo y la ropa que lleva es la que se solía usar cuando se cuidaba el ganado. El “Coco”, personaje que cierra el desfile, lleva un vestido de “mixto lana” y una cesta donde recoger las ofertas, una vez eran huevos donados por las familias a las que la pandilla visitaba. En aquella época, el pequeño tesoro que se había recogido pagaba el almuerzo de todos. La “Ampezzana” es el elemento raro del grupo ya que se adivina gracias a su traje una proveniencia no zoldana; se piensa que, quizás, fue introducida para enriquecer el conjunto o para dar lugar a alguien que había quedado excluido. Los “Sonadores” son los músicos que acompañan con sus instrumentos a la feliz pandilla, dando un ulterior toque de fiesta y alegría.
Los Coetáneos - I Coscritti
En los tiempos idos las “coetáneas” - “coscritte”, hoy las señoras del “Piodech”, se ocupan de la cocina, a la que los miembros del cortejo van para satisfacer el hambre y la sed. El trayecto se limita a Fornesighe pero si se quiere seguir al pie de la letra las tradiciones, se tendría que salir desde las casas del centro, recorrer todas las calles, bajar a los pueblos de los alrededores, para después volver a Fornesighe. Terminada la fiesta se pasa la antorcha a los conscriptos-reclutas del año siguiente quienes se comprometen a celebrar la fiesta de manera igualmente digna. No obstante hoy la renovación generacional no permita la presencia de numerosos participantes, el “Piodech”, con sus pilares y colaboradores, responde puntualmente a la cita de febrero.
Textos Associazione Al Piodech Zoldan.
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