Zoppé es un Ayuntamiento del Cadore ubicado a 1.426 m de altura, en una posición bella y panorámica, en las laderas del Pelmo y en las cercanías del Col Duro, que divide Zoppé de la zona de la Forcella Cibiana.
Se dice que fueron los habitantes de Zoppé los que abrieron las puertas a los heladeros zoldanos que habían aprendido el arte de hacer helados de la gente del Cadore. Efectivamente, gente de estas tierras llamaron a personas provenientes del territorio zoldano para que fueran a trabajar a Viena y, ellos a su vez, aprendieron a la perfección este oficio al punto tal de abrir, en pocos años, una actividad propia. En la capital austríaca a finales del siglo pasado numerosos eran los carritos del helado cuyos propietarios eran cadorinos o zoldanos.
La iglesia dedicada a Santa Ana se remonta al año 1530, ampliada en 1732 y consagrada 5 años después. Conserva un emocionante cuadro de la Virgen con el Niño y Santa Ana entre San Paolo y San Jerónimo- Madonna col bambino e Sant’Anna tra S.Paolo e S. Girolamo. El impresionante retablo se atribuye al pincel de Tiziano Vecellio o, de todas maneras, al pincel de alguno de sus alumnos. Los habitantes de Zoppé, en más de una oportunidad, salieron a defender la iglesia del saqueo y de los atropellos de los ejércitos invasores. Hay también importantes esculturas de madera atribuidas a De Lotto, Angelo Gamba Zampol y Dante Moro. Dos grandes artistas están estrechamente vinculados a Zoppé: Masi Simonetti y Fiorenzo Tomea. No obstante fueran, desde el punto de vista estilístico, pintores diferentes, encontraron en el paisaje de Zoppé, en el Pelmo y en sus alrededores, un fuerte elemento de atracción y de inspiración que los llevó a plasmar en sus telas las tierras de origen.
Aquí es posible visitar el Museo Etnográfico “Al Poiat”, ubicado en donde una vez surgía la antigua lechería, dirigido por la Unión de los ladinos de Zoppé-Union dei Ladign de Zoppé. Las secciones están ordenadas por tema y documentan en particular los oficios relacionados con la agricultura, el bosque, las artesanías y la vida de los pastores que hasta el siglo pasado dominaron la cotidianidad de esta comunidad cadorina. El 15 de agosto, se encienden los “poiat”(estructuras a forma de cono que se usaban para la producción del carbón), un evento que sirve para mantener viva la memoria de cuando, en esta zona, los carboneros-“carbonai” producían carbón de leña.
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