Pueblos

El valle de Goima

Val di Goima está ubicado a lo largo de la carretera 347 del Paso Duran, a los pies del anfiteatro del Moiazza (cadena montuosa del Civetta). Fuera del eje principal, pasando por pequeñas aldeas como Chiesa y Molin, es posible descubrir los antiguos asentamientos del valle, con innumerables “tabiai” (graneros), casas de madera y amplios prados.

 

La iglesia de San Tiziano en Chiesa di Goima es una de las más bonitas de todo Val di Zoldo. Un documento del siglo XV certifica la construcción ex novo de la iglesia, mientras en 1695 los “Regolieri”, descendientes de las familias nativas de Goima, lograron que un sacerdote se estableciera permanentemente, hecho que llevó, de allí a poco, a la fundación de la parroquia de San Tiziano. Esto trajo, como consecuencia, un espíritu de renovación por parte de la Comunidad, la cual contribuyó al mantenimiento y al embellecimiento de la parroquia. Entre las obras de mayor valor se encuentra: El “FLÜGELALTAR” del siglo XV, antiguo altar alado que demuestra la clara influencia de los obreros de la zona de Trento que en ese entonces trabajaban en las minas locales, y la escultura de madera de la Virgen del Rosario-Madonna del Rosario del escultor Angelo Majer, escultura que el 15 de agosto sale en procesión llevada por las mujeres del pueblo.

 

En la localidad Bivio Scuole se halla el Museo Etnográfico de los Oficios, Usos y Costumbres de Val di Goima, cuyo objetivo es la conservación, el estudio y la valoración del patrimonio histórico, folklórico, lingüístico y económico de la realidad local. De hecho, la agricultura, la metalurgia, la elaboración de la madera y de los tejidos son los protagonistas del museo en cuestión. En su interior se conserva una colección de las herramientas de trabajo que se usaban en el pasado y, como broche final, han reconstruido el ambiente interno de una típica casa zoldana de antaño. Visitar este museo será como hacer un viaje a través del tiempo, descubriendo la belleza de los establos y de los trajes tradicionales, del ambiente acogedor de los famosos salones rústicos de estilo tirolés-Stube tirolese-“stùe” y de los hogares- “foghèr”, la belleza de las decoraciones que personalizan los cencerros de vacas y cabras, la sencillez de las paredes de los graneros, la delicadeza de las sábanas bordadas, la peculiaridad de los trineos que se utilizaban para transportar la leña.

 




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